sábado, 8 de mayo de 2010

Odiar

Y no se pudo evitar moribunda catástrofe,
tú lo quisiste así y yo no pude hacer nada.
Ni suspiros, ni lágrimas al anochecer
evitaron ahora el sentimiento que tengo.

Yo te quise y te amë como nadie en este mundo.
Un fatal resbalón en mi degradante vida.
Ahora me torturo pensando que eres otra,
que olvidaste mis caricias y mis dulces besos.

Te enemisto, y te lo digo de frente, te aborrezco.
Te odio tanto como la lluvia al sol miserable,
como la leña al fuego quemante y putrefacto,
como tus primeros besos, dagas en el llanto.

0 comentarios: