viernes, 22 de octubre de 2010

La tierra del sur

De aquí miro a mi sur lejano,
Distante e inigualable pedazo de tierra.
En ella conjugue mis más sabrosos sueños,
Mis amores ocultos entre aromos y huellas.

De mi ventana veo aquel arcoíris amarillo
Que de tiempo en tiempo humea en el horizonte.
Sus pilares sostienen las aves del cielo
Y su valle se enjuaga de verdes primaveras.

El polvo rojizo al caer gotas de madrugada
Entra en mis sentidos borracho y taciturno,
Despierta antiguos colores jocosos y rocosos
De maderas humeantes y llamaradas de lodo.

El canto angelical del gallo en la mañana,
La sierra reclamando vidas de palo reseco,
El olor a petróleo entra en el paraíso
Y una rutina perpetua que gusta al almirante.

Dejo mi vida llena de lágrimas en las zarzas.
La mora crece sin la mirada de su creador.
La vida vuela apacible por el viento
Que recuerda al hijo que un día dejó.

Mi alma se regocija al saber que es de esa tierra
Donde el canto del peñi una vez se escuchó.
Donde el zorzal planea libre entre los montes
Y los gigantes de acero olvidan su dolor.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Realidades

Bueno, aún asi juegas con tus trapos
Niño blanquecino de pies de barro.
Tu madre aún trabaja de tarde
Para darte comida por la mañana.

La miserable vida no te acompaña
Y tu pelota se desaja a cada golpe.
Tu pastel favorito es el de tierra
Y tu pañuelo es la manga del pobre.

¡que miserable la vida!
Y la criatura aquella
Que en sus ojos vive en juegos
Y en su alma la inocencia.

(Pues la pobreza de mente
Es la reina de todas las casas)

Entonces ¿Qué hacemos?
Y lloramos como si nada
Mientras aquel autoconsuelo
Nos carcome entera el alma.

¿Tu madre aún no llega
Con pan para endosar?
Tu dulce melancolía
Que paciente haz de esperar.

martes, 19 de octubre de 2010

Cuando nadie nos ve…

Cuando nadie nos ve ni cuando nadie nos mira
Somos tormenta salvaje en nuestros recuerdos.

Cada quien esgrime lagrimas en su tristeza.
Cada cual camina por veredas diferentes.

Mentimos frente a espejos de vidrios rotos
Y soñamos con un carnaval de austeras flores.
Con girasoles que no giran en tus cabellos
Ni violetas que se desangran en mis manos.

Y por la codicia del individuo rapaz
He de tropezar y caer en aquel sendero
Y caminar a tientas por la noche nublada,
Sin estrellas burdas ni pétalos lisonjeros.

lunes, 18 de octubre de 2010

A veces la cercanía...

A veces la cercanía no es signo de amor
Como la distancia no es signo de indiferencia.
Estoy lejos como barco del roquerío,
Mi musa persistente en mi alma y mi razón.

Te observo desde un lejano bote sin remos
Y mis manos amarradas gritan por tu gloria.
Lloran por abrazos esquivos e inseguros
Y por palabras arrancadas del corazón.


Como Cristo en la cruz brota sangre de mis manos
Doliente perpetuo en signos indiferentes.
Mi alma ahorca Todo grito desesperado,
Toda calumnia rota por tu despecho y dolor.

Y, mirándote así tan fijo del horizonte
Tu vida se me escapa como el agua a mis manos,
Se escurre entre las grietas del olvido de antaño,
Destruyendo esa vida de dulzor y color.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Merecer

Dime ¿por qué las rozas merecen el rocío?
El cae grácilmente entre sus hojas verdosas
Y aroma sus pétalos en el amanecer.
Dime ¿por qué el mar obsequia abrazos a la arena?
Lo regocija en un manto de felicidad
Y le canta versos que dicen los marineros.
Dime ¿Por qué las aves navegan por el cielo?
Grácilmente sus alas acarician las nubes
Y su rostro rojizo que aparenta en las tardes.
Dime ¿por qué las estrellas bailan con la noche?
Titilando y fulgiendo su brillo de amor
y paciencia hacia la eterna soledad.
Dime amor ¿por qué he de amarte con tanta crueldad?
Si tu no me das nada y nada me entregas
Ni tu corazón puro ni tu sonrisa vaga
Ni tu lejana mirada ni tu cariño confeso.
No me das nada y aun asi recibes todo.
Todas mis caricias convertidas en palabras,
Todas mis palabras convertidos en poemas,
Todos mis poemas convertidos en canciones,
Que cuidan de tu piel en el horizonte.
Dime si te mereces el rocio de mi voz
Oh! Niñas de los ojos grandes y sencillos
Dime si te mereces el abrazo de mis manos
Dime si te mereces el querer del corazón.

viernes, 8 de octubre de 2010

El lugar perfecto

La noche es el lugar perfecto para un poeta.
Es callada como una vela en tiempos de frio,
Libre de la tediosa mano del voraz hombre,
Absuelta de la floral codicia y del hastío.

La epifanía estelar me permite tu rostro,
Ver el reflejo fulgiente de nuestras estrellas.
Escuchando angelicales sinfonías yertas
En la cenagosa llanura de las doncellas.

La noche la vida de los poetas aplaca
Y exprime toda quimera que llevan dentro.
Ideales, amores sensaciones, consuelos
Libres en el ataúd negriazul del tormento.

La vida de un poeta se extingue en una estela
Que deja el pasar de un caminante nocturno,
Y en ella una ignota esfera besa sus versos,
Que se estampan en su amor ficticio y taciturno.

La noche es el lugar perfecto para un poeta,
Que espera su muerte con almíbar y canciones.
Declamándole a la vida tal como fue su vida,
Negándole al destino que entregue sus razones.