martes, 2 de noviembre de 2010

I

¿no te gusta mi poesía?
pues rómpela, hazla jirones
y préndele fuego, pero ten en cuenta
de que te asfixiaras con el humo.

viernes, 22 de octubre de 2010

La tierra del sur

De aquí miro a mi sur lejano,
Distante e inigualable pedazo de tierra.
En ella conjugue mis más sabrosos sueños,
Mis amores ocultos entre aromos y huellas.

De mi ventana veo aquel arcoíris amarillo
Que de tiempo en tiempo humea en el horizonte.
Sus pilares sostienen las aves del cielo
Y su valle se enjuaga de verdes primaveras.

El polvo rojizo al caer gotas de madrugada
Entra en mis sentidos borracho y taciturno,
Despierta antiguos colores jocosos y rocosos
De maderas humeantes y llamaradas de lodo.

El canto angelical del gallo en la mañana,
La sierra reclamando vidas de palo reseco,
El olor a petróleo entra en el paraíso
Y una rutina perpetua que gusta al almirante.

Dejo mi vida llena de lágrimas en las zarzas.
La mora crece sin la mirada de su creador.
La vida vuela apacible por el viento
Que recuerda al hijo que un día dejó.

Mi alma se regocija al saber que es de esa tierra
Donde el canto del peñi una vez se escuchó.
Donde el zorzal planea libre entre los montes
Y los gigantes de acero olvidan su dolor.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Realidades

Bueno, aún asi juegas con tus trapos
Niño blanquecino de pies de barro.
Tu madre aún trabaja de tarde
Para darte comida por la mañana.

La miserable vida no te acompaña
Y tu pelota se desaja a cada golpe.
Tu pastel favorito es el de tierra
Y tu pañuelo es la manga del pobre.

¡que miserable la vida!
Y la criatura aquella
Que en sus ojos vive en juegos
Y en su alma la inocencia.

(Pues la pobreza de mente
Es la reina de todas las casas)

Entonces ¿Qué hacemos?
Y lloramos como si nada
Mientras aquel autoconsuelo
Nos carcome entera el alma.

¿Tu madre aún no llega
Con pan para endosar?
Tu dulce melancolía
Que paciente haz de esperar.

martes, 19 de octubre de 2010

Cuando nadie nos ve…

Cuando nadie nos ve ni cuando nadie nos mira
Somos tormenta salvaje en nuestros recuerdos.

Cada quien esgrime lagrimas en su tristeza.
Cada cual camina por veredas diferentes.

Mentimos frente a espejos de vidrios rotos
Y soñamos con un carnaval de austeras flores.
Con girasoles que no giran en tus cabellos
Ni violetas que se desangran en mis manos.

Y por la codicia del individuo rapaz
He de tropezar y caer en aquel sendero
Y caminar a tientas por la noche nublada,
Sin estrellas burdas ni pétalos lisonjeros.

lunes, 18 de octubre de 2010

A veces la cercanía...

A veces la cercanía no es signo de amor
Como la distancia no es signo de indiferencia.
Estoy lejos como barco del roquerío,
Mi musa persistente en mi alma y mi razón.

Te observo desde un lejano bote sin remos
Y mis manos amarradas gritan por tu gloria.
Lloran por abrazos esquivos e inseguros
Y por palabras arrancadas del corazón.


Como Cristo en la cruz brota sangre de mis manos
Doliente perpetuo en signos indiferentes.
Mi alma ahorca Todo grito desesperado,
Toda calumnia rota por tu despecho y dolor.

Y, mirándote así tan fijo del horizonte
Tu vida se me escapa como el agua a mis manos,
Se escurre entre las grietas del olvido de antaño,
Destruyendo esa vida de dulzor y color.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Merecer

Dime ¿por qué las rozas merecen el rocío?
El cae grácilmente entre sus hojas verdosas
Y aroma sus pétalos en el amanecer.
Dime ¿por qué el mar obsequia abrazos a la arena?
Lo regocija en un manto de felicidad
Y le canta versos que dicen los marineros.
Dime ¿Por qué las aves navegan por el cielo?
Grácilmente sus alas acarician las nubes
Y su rostro rojizo que aparenta en las tardes.
Dime ¿por qué las estrellas bailan con la noche?
Titilando y fulgiendo su brillo de amor
y paciencia hacia la eterna soledad.
Dime amor ¿por qué he de amarte con tanta crueldad?
Si tu no me das nada y nada me entregas
Ni tu corazón puro ni tu sonrisa vaga
Ni tu lejana mirada ni tu cariño confeso.
No me das nada y aun asi recibes todo.
Todas mis caricias convertidas en palabras,
Todas mis palabras convertidos en poemas,
Todos mis poemas convertidos en canciones,
Que cuidan de tu piel en el horizonte.
Dime si te mereces el rocio de mi voz
Oh! Niñas de los ojos grandes y sencillos
Dime si te mereces el abrazo de mis manos
Dime si te mereces el querer del corazón.

viernes, 8 de octubre de 2010

El lugar perfecto

La noche es el lugar perfecto para un poeta.
Es callada como una vela en tiempos de frio,
Libre de la tediosa mano del voraz hombre,
Absuelta de la floral codicia y del hastío.

La epifanía estelar me permite tu rostro,
Ver el reflejo fulgiente de nuestras estrellas.
Escuchando angelicales sinfonías yertas
En la cenagosa llanura de las doncellas.

La noche la vida de los poetas aplaca
Y exprime toda quimera que llevan dentro.
Ideales, amores sensaciones, consuelos
Libres en el ataúd negriazul del tormento.

La vida de un poeta se extingue en una estela
Que deja el pasar de un caminante nocturno,
Y en ella una ignota esfera besa sus versos,
Que se estampan en su amor ficticio y taciturno.

La noche es el lugar perfecto para un poeta,
Que espera su muerte con almíbar y canciones.
Declamándole a la vida tal como fue su vida,
Negándole al destino que entregue sus razones.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Camino por un lugar…

Camino por un lugar ajeno
y no sé de dónde vengo.

Sus calles rocosas y pavimentadas
me traen los mismos recuerdos.

De una ciudad casi devastada
Donde vivimos nuestro encuentro.

Las flores viven retratadas en un álbum
Como en mis pupilas se retrata el sentimiento.

¿Tú crees que ya no me amas
Si la misma mujer estas siendo?

En este sendero que recorro,
Tampoco sé de dónde vengo.

Pero sigo retratando formas y colores
Como se retrata mi amor en tu pecho.

Un aire frio atraviesa de pronto
Y veo gente que viene a mi encuentro.

Amigos que no son amigos,
amores que no son amores.

Y una vieja espada clavada en gritos,
Que sangra impávida ante los recuerdos.

Nacemos del vientre de una madre
Y vivimos bajo el seno de un desierto.

No miro con recelo nuestras ilusiones
Que apartadas quedaron de aquel yermo.

Mas me amparo en aquellos retratos
Que dibujaste en aquel árbol muerto.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Paréntesis

Mi paréntesis,
en un largo camino.

un rayo fugaz,
una ilusión.

llovizna de verano,
vida de mariposas.

suspiro de mañana,
flor en primavera.

mi paréntesis...
mi vida en tu paréntesis.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Infinito

Infinita la tristeza,
infinita la esperanza,
infinita la lluvia,
infinito el que canta.

Infinito el pensamiento,
infinita tu mirada,
infinito los recuerdos,
infinitas las palabras.

Infinito los amores,
infinitas las instancias,
infinitos los tesoros,
infinitas las distancias.

infinitas las personas,
infinitas las resacas,
infinitos los colores,
infinitos las canciones.

Infinitas las pasiones,
infinitas las manzanas,
infinitos los dolores,
infinitos corazones.

jueves, 10 de junio de 2010

Que daría yo...

Que daría yo por encontrarte
y sacarme esta amarga pena,
¡pero te escondes en la lluvia!
donde mi corazón no llega.

Que daría yo por encontrarte,
en una luna que actúa y espera,
¡pero mis días son tan largos!
que nunca veo las estrellas.

Que daría yo por encontrarte,
En la soledad que brinda una vela,
pero el fuego que hay en mi ojos
se extingue entre una estela.

¡Y si nunca te encontrase
En esta vida pasajera!
Te buscaría en mis sueños
Y más allá de esa frontera.

viernes, 14 de mayo de 2010

Por eso me niego a no amarte

No te pediré que volvamos,
pero me niego a no amarte
por que tus lágrimas y risas
llenan mi corazón de arte.

Porque en las tristes frías noches
fuiste tú mi único consuelo,
más que mi almohada empapada
de mi señero amor sincero.

Más que mi pipa y mi tabaco
que tal sensación placentera
hacía sentir en mi alma
la amarga y abrumante pena.

Y ni siquiera el corto sueño
me hace olvidar tu existencia.
¡Por eso me niego a no amarte!
aunque tu amor ya no me entienda.

jueves, 13 de mayo de 2010

Navegante

Que es lo que me está pasando
que en la quietud perfecta
todo empieza a temblar
se remueven mis caminos
se hace trizas el retrato
de mi infancia y su calor
Mi familia y mis amigos
se me ponen frente a frente
si al medio de esta tormenta
nacerán las flores
de un lugar Azul e inmenso

Justificar mi ausencia
no es más que pretexto
de vida y aventura
como oración sin leyes
en libertad inquieta
mi rostro se bañaba
con el fulgor de las estrellas
que cantan la mañana
bien juntas con mis sueños
todo estaba allí trenzado
hasta que dí el paso,
hasta que tu amor me dijo

Y si al cielo lo cambiaras
por toda la realidad
sé que todo sería tan diferente
ya que la fe que tu haz puesto
no se juega no se tranza
ni por un solo momento
es fogata que corre en tus venas
quizás tiempo gastado,
Es un sol que llevas dentro
primero y sin segundo,
el amanecer de tu alma

Si yo fuera navegante,
capitán o simple infante
de inmediato aceptaré,
que la tierra siempre lejos,
que la niebla imponderable,
en mis mapas son la sal
que tormentas indomables
y mujeres que lloraban
hasta el amanecer
fueron por mi amigo, hermano,
su sonrisa amada,
sus ojos de fuego y noche

Y si al cielo lo cambiaras
por toda la realidad
sé que todo sería tan diferente
ya que la fe que tu haz puesto
no se juega no se tranza
ni por un solo momento
es fogata que corre en tus venas,
es quizás tiempo gastado,
es un sol que llevas dentro
primero y sin segundo,
el amanecer de tu alma.

EDUARDO GATTI

lunes, 10 de mayo de 2010

Poema 20

PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.


PABLO NERUDA

sábado, 8 de mayo de 2010

Odiar

Y no se pudo evitar moribunda catástrofe,
tú lo quisiste así y yo no pude hacer nada.
Ni suspiros, ni lágrimas al anochecer
evitaron ahora el sentimiento que tengo.

Yo te quise y te amë como nadie en este mundo.
Un fatal resbalón en mi degradante vida.
Ahora me torturo pensando que eres otra,
que olvidaste mis caricias y mis dulces besos.

Te enemisto, y te lo digo de frente, te aborrezco.
Te odio tanto como la lluvia al sol miserable,
como la leña al fuego quemante y putrefacto,
como tus primeros besos, dagas en el llanto.

viernes, 7 de mayo de 2010

Soy el hombre

Soy el hombre. Un demente sin sangre roja,
la lluvia ya no me inunda mis grandes ojos.
Me arrastro como un gusano en la tierra salvaje.
Me despojo de mis brazos y de mi razón.

Soy el hombre. Me arranco el corazón a pedazos
y camino por desiertos y frondosos bosques.
Palpo con mis caídas manos musgos de la tierra,
me cubro con la greda de mis antepasados.

Soy el hombre. Quiebro mi alma en infinitos trozos.
Ya no siento amor, ni paz, ni consuelo alguno.
Sobrevuelo el horizonte entre las veinte ráfagas.
Planeo sobre la ciudad sangrante y enferma.

Soy el hombre. Quemo con fuego mis pensamientos.
Caigo en un estado de inercia imaginaria
y me despojo de mi voz, mi vista, mi tacto,
Mi olfato, mi intuición, mi vida, mi amor.

Soy el hombre. No tengo absolutamente nada
y medito sobre mi propia y nula existencia.

domingo, 2 de mayo de 2010

Y aun te sigo queriendo...

Y aun te sigo queriendo
como cuando te vi,
como ayer.

Como cuando me miras
o me mirabas
o pensabas en mí.

Como cuando sentí tu voz,
tu dulce aroma
de lima y melón.

Aun te sigo queriendo,
y es igual que ayer.

Ayer me amaste, lo sé.

jueves, 15 de abril de 2010

Amor, desamor....

Amor, desamor. ¿Quién lo sabe?
Es como un claroscuro en el valle,
Un sube y baja perpetuo.
Amor, desamor. ¿Quién lo sabe?
Es como una rima sin letras
la cual calla y grita en periodos.
A veces gris, a veces azul,
como el mar triste o como el cielo
o como el plasmar de mis letras.
Tan ambiguo como el camaleón
Amor, desamor. ¿Quién lo sabe?
Un juego de engaños y risas,
de miradas, golpes y caricias.
Tan profundo como tus ojos
y tan mezquino como la vida.

sábado, 27 de marzo de 2010

Tú, eres incapaz de encontrar...

Tú, eres incapaz de encontrar los sueños míos.
Que vagan en el azul profundo de los cielos.
Esperando puentes amarillos que te lleven
a lo más oscuro de mis paganos momentos.

Tratas de amarrarme el corazón con tus hilos.
Hundiendo, inerte, el mismo corazón tuyo.
Y las aguas lo mecen y los mares lo calman
y tu risa en el viento y tu voz en mi alma.

Y una conexión absurda que llega de noche,
que trae lamentos que al oído no engaña
y las copas giran armonizando colores.
El vino derramado y la sangre entibiada.

Oigo el sonar de una cancion ...

Oigo el sonar de una canción, a lo lejos.
El humo de mi cigarro me envuelve la boca.
Los autos pasan raudos y sin ningún destino,
mientras te recuerdo, solo, junto a mi pluma.

Yo no te pedí que esto fuera así, amor.
Que me esperaras una eternidad solitaria,
mientras enjuagan las luces tu largo cabello
y la lluvia cae sobre nuestras viles vidas.

Pero así se dio el amor entre nosotros.
Con mis llantos de roble e ira de mil volcanes.
Con tus lágrimas de niña y tu ternura grácil,
y con el huracán que llevas, a tus espaldas.

Intento aferrarme a tu imagen dormida.
En calma, durmiendo tú en mi cama, En calma.
Y bajo las sábanas soñadas mil caricias,
en mi almohada juntos, y para el resto de la vida.

lunes, 8 de febrero de 2010

Lágrimas de chocolate

Llora la niña en el parque
Por el chocolate caído.
Con su alma destrozada
Y su mentón desabrido.

¿Qué pensaría de ella
el chocolate en el suelo?
Pues sin ningún consuelo
Lo deja caer en la acera.

Lo mira desconsolada
Y piensa como seria
Llevar su mano cansada,
A la boca con alegría.

Entonces el chocolate,
Triste como aquel día.
siente caer una gota
Que de sus ojos caía.

La niña lo mira distante.
Resignada sentada en el parque
pues, desde aquel día,
carga una lagrima en su mejilla.

Y como poder olvidarla
si café era el color
de esa gota bendita
que su chocolate posó.

Vuelve

La soledad a veces es compañera,
en el sueño, en el llanto.
Escucho su murmullo en el viento
y su silbatina en tardes oscuras.

Cogí de su mano cuando el viento
arrebató el tesoro de mis manos
y lo refugió donde no pudiera tenerlo,
donde no escuchara su voz ni saboreara sus pensamientos.

Si vuelve te pido que me dejes.
Si me dejas entonces tomare de su mano.
Su mano cálida y a veces distante
que recorrió mi cuerpo como un temblor vago.